Pensamiento del martes 22 de marzo de 2011.
"De una manera o de otra, las verdades de la Ciencia iniciática se encuentran a menudo en forma de ciertas reglas o costumbres instauradas por los humanos, al menos durante un cierto tiempo.
El derecho de asilo es un ejemplo de ello. En la Antigüedad, si un culpable que era perseguido lograba penetrar en el santuario de una divinidad, se instalaba bajo su protección, nadie tenía derecho de apresarlo. Esta costumbre todavía existía en la Edad Media, donde evidentemente eran las
iglesias las que servían de refugio, y esto todavía puede suceder en la actualidad. Esta tradición se basa en un conocimiento referente a la vida espiritual: aquél que consigue refugiarse en Dios, a pesar de los enemigos internos o externos que le persiguen, se encuentra protegido. Mientras permanece allí arriba, en las cimas del alma y del espíritu, sus perseguidores permanecen alejados."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
http://www.prosveta.com
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